La primera vez que usé fajas fue un completo desastre. Necesitaba ponerme un vestido que era casi dos tallas más pequeño. El estilista me aseguró que me vería genial si me pusiera un par de Spanx. Pensé que un body pequeño adelgazaría mi figura de tamaño mediano hasta convertirla en pequeña, pero descubrí por las malas que no es así como funcionan las fajas.
Fue difícil para mí ponerme y quitarme el pequeño mono para ir al baño, e incluso almorzar fue un desafío. Había perdido el apetito porque la prenda que no me quedaba bien tenía todo mi abdomen en un aprieto. Después de pasar casi 10 horas (sin comer) con un par de fajas que eran demasiado pequeñas, terminé yendo a casa con una migraña masiva y sintiéndome mareada.
Así aprendí que la talla lo es todo cuando se trata de usar fajas. Al principio, no entendía cómo estrellas como Mindy Kaling y Anne Hathaway podían usar ropa interior moldeadora durante largas noches en las entregas de premios sin desmayarse. Pero ahora sé que es porque compran la talla adecuada. 'Lo veo como si la ropa fuera el arte y los moldeadores y alisadores de Spanx fueran el lienzo', le dice a SelfGrowth la fundadora de Spanx, Sara Blakely. '¡Tienes que tener el lienzo adecuado para que quede el cuadro!' Y las fajas que se ajustan perfectamente han ayudado a muchas mujeres a suavizar su lienzo.
Aquí encontrará todo lo que necesita saber para no terminar sintiéndose apretado, aplastado y mareado con su primer par de Spanx.




